Thursday, February 1, 2007

El romanticismo esta muerto.


Una rosa marchita para el luto.
Un minuto de silencio de respeto.
El romanticismo esta muerto.
Nos olvidamos de Goethe y a Rousseau.
Nos olvidamos de los principios de esta poesía mágica.
De los orígenes de una corrienta poética y mas aún filosófica.
Nos olvidamos de que alguna vez existió un gran revolucionador proromanticista llamado Edgar Allan Poe.
Nos olvidamos de nuestras costumbres, de nuestra filosofia de vida.
Nos olvidamos incluso de estilos que nos deleitaron como Jose Zorrilla, Gustavo Adolfo Becquer o el propio Heinrich Heine.
Pecamos en el nivel más supremo!
Olvidamos nuestros principios.
Ese conquistar con palabras.
Ese gustar con miradas.
Ese enamorar con sonrisas, poemas y una luna llena de invitada.
Nos olvidamos de tanta magia, de tanto romanticismo...que aunque insensato, traía más de una alegría al lector.
Nos olvidamos de el poder que tenía para hacernos volar y egoistamente, como sociedad, le quitamos también eso al soñador.
Le decimos a cada persona al pasar...
Olvida a Neruda! a Parra! y a Mistral!
Olvidamos poco a poco este interior maravilloso, este perfil de persona, este personaje picarón...
Olvidamos sin asco al romantico empedernido, que con pena muere junto a su romanticismo querido, sufriendo con que cada vez más...la vida se llena de superficialidades...y se queda sin amor.

El romanticismo esta muerto.
Todo lo queda es silencio,
y la muerte en esta marchita flor.